Mi vecino hetero me oye follar todo el día. Al principio se quejaba y esta tarde me ha invitado a un café y ha sacado su polla. Ya que vives al lado de un tío adicto a la polla, más vale que lo disfrutes: una mamada es una mamada. Tuve el placer de enseñarle lo bien que chupamos los tíos y él disfrutó de estar en su sofá y que le chuparan la polla. Creo que no es la última vez.