Esta sala de detención se ha convertido en un auténtico fuckódromo. A los jóvenes estudiantes de los suburbios les encanta estar atrapados y encerrados entre estas paredes durante horas y horas. Porque saben que el supervisor es negligente, que los dejará en paz y que allí, fuera de la vista, pueden follar como animas. Un gran macho negro con una gruesa polla ofrece su trozo a un joven frágil y dócil que se alimenta para su deleite. Follada por el culo XXL sobre el escritorio, follada por la boca, paladas babosas: ¡otra buena limpieza de cojones!