Un guapo chico blanco buscaba unas pastillas y encontró a un semental negro dispuesto a ayudarle. Se lo llevó a casa a un amigo. Pensó que iba a conseguir un buen trato, pero en lugar de eso sólo consiguió que le utilizaran. El chico se fue a casa sin pastillas pero con una gran sonrisa en su cara de chupapollas.