La masa retorcida de músculos y tinta, parte negra, parte blanca, es Race Cooper y Seven Dixon. Están unidos por la lengua. Race es suave y Seven no, pero sus deseos son idénticos. Sus enormes pollas luchan por la supremacía, chocando entre sí y emitiendo sonidos audibles. Siete se traga la polla de Race y Race hace desaparecer su lengua en el agujero de Siete, rosado y rodeado de vello. Aparta la cara del musculoso culo de burbuja de Siete y le mete la polla hasta el fondo. El impacto hace temblar los muebles, pero los duros glúteos de Siete apenas se agitan. Los gemidos de ambos sementales se elevan en una sinfonía erótica y sus músculos brillan de sudor. Cuando Siete grita que se va a correr, Race lo dobla hacia atrás, le rodea el cuello con el codo, agarra la polla de Siete y se masturba hasta que chorros de semen le cubren los muslos. Entonces Race dispara su propia carga cremosa sobre el trasero de Siete.