Joven y guapo, el aprendiz negro hace un buen trabajo. Pero su colega espera más de él. ¡Quiere su polla! Fácil de convencer, el chico empieza a follar con su colega pero cuando llega el jefe, le recuerda su verdadero lugar: ¡en el fondo de la jerarquÃa! El aprendiz esta ahi para recibir pollas, no para darlas.
Cuando tienes un bonito culito de burbuja enmarcado en un sexy suspensorio rojo y se lo enseñas a tu colega en el vestuario del gimnasio, ¿sabes lo que pasa? Claro que lo sabes. Te meten una polla enorme por el culo y no puedes parar de gemir.
El fin de semana, sentado tranquilamente en su casa, un negro guapo de una urbanización tiene muchas ganas de que se la metan. Llama a su follador habitual, un súper negro adicto a su polla. El tío no tarda en acercarse, meterle la cara entre los muslos y chupársela. Pero hoy el activo está seriamente caliente y es imposible conformarse con una piruleta. Es hora de pasar a una velocidad superior: el invitado tiene que abrir las piernas, apretar los dientes y recibir la enorme polla. Y hay que reconocerlo, el tío no va a xxxxtimar en nada, machacándole el culo como un tirano. Después del dolor viene el placer, así que aguanta y tómalo todo.
Un negro pasivo viene a grabar un vídeo. Le advertimos de que iba a ser pesado, dijo que no había problemas y que tenía hambre. ¿Pero no estaba mordiendo más de lo que podía masticar? Frente a él, un joven negro heterosexual, chico malo, que había venido a ganar un poco de dinero y a ver qué se siente al romper un culo. No cuentes con que se lo va a poner fácil: se lo va a meter como a un pollito y punto. Un culo no es un coño, pero él no sabe la diferencia: le va a meter sus gruesos 22 cm de pasta, y qué pena si duele. En cualquier caso, con un aguijón tan bueno, al cabo de un rato al agujero le va a encantar y se va a dilatar. ¿Y por qué no escupir en él ya que estamos?