Estar detenido nunca es un placer. Esta vez, sin embargo, es un placer para estos dos jóvenes delincuentes. No hay supervisor, el aula está vacía. Los dos chicos hablan de todo y de nada, y de repente el rasta sexy empieza a hablar de sexo. Tentado, calienta a su colega y le propone darle un orgasmo fenomenal. Y no va a xxxxtimar esfuerzos para ponérsela dura a este negro heterosexual, guapo y tatuado. Le folla la garganta, le estimula la polla con su lengua experta, se comporta como una hembra. Y le ofrece su culo, bien abierto y dilatado, para que lo abofetee como un loco. Van a acabar el uno con el otro con un buen chorro.